
ÁLVARO CAMBRALLA
fotografía

Cuando fotografías se genera ante ti la capacidad de hacer visible lo aparentemente invisible. La realidad se hace más real, y yo, me encuentro formando parte de esta. Es justo ese momento en el que algo llama tu atención, te paras y lo atrapas, guardando una escena única, irrepetible, convirtiéndola en un regalo, ya sea un lugar, una persona o un momento. Mi regalo.
No está en tu mano saber cuándo vas a ver una fotografía. Incluso existen las veces que la viste y se te escapó. Vuelves a mirar por el objetivo y la esencia ha desaparecido. Es cuando se entrecruzan el momento de estar y crear cuando nace ante mí la necesidad de capturar ese instante, pasajero y a su vez eterno.
Si algo me cautiva del mundo fotográfico es aquel poder intrínseco que tiene una
imagen. Aquello que descubres una vez masticas lo fotografiado. Es entonces, cuando encuentras algo nuevo, algo que no viste en su momento. Ese factor sorpresa, el asombro ante lo que se guardaba oculto, y que en cuestión de segundos hace que la estampa se enriquezca. Por no esperarlo, por estar ahí, y de repente, asomar la cabeza.